Por un Trabajo Digno, es un proyecto de la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT, iniciado en el año 2006 gracias a la financiación de la Dirección General de Inclusión y Atención Humanitaria, del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (MISSM), y desde el año 2007 también cofinanciado por el Fondo Social Europeo (FSE), en el marco de los distintos Programas Operativos (“P.O. Lucha contra la discriminación 2007-2013”, “P. O. de Inclusión Social y de la Economía Social 2014-2020” y “Programa de Inclusión Social, Garantía Infantil y Lucha contra la Pobreza 2021-2027 FSE+”). Este proyecto de sensibilización, tiene como objetivo prevenir la discriminación en el acceso y permanencia en el empleo así como promover la igualdad de trato en el ámbito laboral entre las personas nacionales de terceros países y la población autóctona. Entre sus acciones: sensibilizar a la sociedad mediante el Boletín Por un Trabajo Digno; informar a los trabajadores y trabajadoras sobre sus derechos y obligaciones en el ámbito laboral, elaborando y difundiendo material informativo específico; y realizar campañas de sensibilización contra la discriminación y los prejuicios como la campaña #TrabajoLibreDeBulos; dedicando siempre una especial atención a las mujeres trabajadoras extranjeras no comunitarias, así como a las personas de nacionalidad extracomunitaria que se encuentran en situación de riesgo de pobreza o exclusión.

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Mujeres migrantes en la UE: desafíos y derechos en el marco de la Carta de Derechos Fundamentales

El informe del proyecto FULFIL de la Red Europea de Mujeres Migrantes, analiza la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, desde una perspectiva de los derechos de la mujer, con especial atención a las experiencias de las mujeres migrantes y refugiadas, abordando su acceso desigual a los derechos fundamentales, la discriminación interseccional y los riesgos que enfrentan en contextos de violencia y explotación.

Desafíos enfrentados por las mujeres migrantes en la UE

Las mujeres migrantes en la UE enfrentan barreras específicas derivadas de su situación administrativa, género y origen. Estas barreras incluyen dificultades para acceder a servicios de salud, educación y empleo, especialmente en sectores altamente feminizados como el trabajo doméstico. Además, muchas de estas mujeres son vulnerables a la violencia de género, la trata de seres humanos y la discriminación institucional, lo que limita gravemente su capacidad para ejercer plenamente sus derechos fundamentales.

El informe destaca que la falta de enfoques sensibles al género en las políticas migratorias, perpetúa la marginación de este colectivo. La interseccionalidad —la combinación de género con otros factores como origen étnico, religión y estatus migratorio— aumenta las formas de discriminación que enfrentan las mujeres migrantes, creando un sistema estructuralmente excluyente.

Propuestas para garantizar la igualdad de derechos

La Carta de Derechos Fundamentales de la UE es un marco clave para proteger los derechos de las mujeres migrantes, pero su implementación presenta desafíos. El informe recomienda:

  • Asegurar el acceso universal a servicios esenciales, independientemente del estatus migratorio.
  • Desarrollar políticas específicas de inclusión para mujeres en sectores laborales vulnerables.
  • Capacitar a profesionales del derecho para abordar casos de violencia y discriminación con una perspectiva interseccional.
  • Garantizar permisos de residencia autónomos para mujeres víctimas de violencia de género, eliminando la dependencia administrativa de sus agresores.

El informe también subraya la importancia de armonizar las políticas migratorias entre los Estados miembros para evitar disparidades en el acceso a derechos.

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