El sindicato alerta sobre las profundas desigualdades que afectan a jóvenes y mayores de nacionalidad extranjera: altas tasas de pobreza y un acceso limitado a pensiones
Con motivo del Día Mundial de la Población, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) ha elaborado un informe sobre la población extranjera trabajadora joven y la que continúa trabajando una vez superados los 65 años. Un documento que aborda las similitudes y diferencias entre las personas jóvenes de nacionalidad extranjera que ingresan en el mercado de trabajo, y aquellas que permanecen en el mismo una vez superada la edad convencional de jubilación.
Pero llaman especialmente la atención aquellas diferencias con la población de nacionalidad española. Distinciones que ponen de relieve la desigualdad que enfrentan las personas migrantes, tanto al inicio como al final de su vida laboral.
La tasa de pobreza laboral alcanza un 7,7% para los jóvenes varones españoles entre 16 y 29 años y un 8,6% para las mujeres. Porcentajes que, en el caso de la población extranjera, llegan al 17,8% para los hombres en el mismo intervalo de edad, y al 20,1% para las mujeres. El riesgo de pobreza o de exclusión social para los hombres españoles mayores de 65 años llega al 14,5% y al 17,2% en las mujeres. La tasa, en el caso de las mujeres mayores nacionales de terceros países, es más de cuatro veces superior y llega al 69%. En el caso de los hombres, alcanza un 66,5%. Tasas de pobreza que han de relacionarse con el bajo porcentaje de personas pensionadas en comparación a las de nacionalidad española y con el menor importe de sus pensiones medias.
Llegar a la edad de jubilación y acceder a una prestación es una realidad para el 93,1% de los hombres españoles mayores de 65 años y para el 53,7% de las mujeres españolas. Sin embargo, solo el 46,6% de los hombres extranjeros y el 36,6% de las mujeres extranjeras reciben una pensión. En esa tesitura, y a falta de otra renta o de red de apoyo familiar, continuar trabajando no es una opción, sino una necesidad.
Pero estas diferencias también afectan al tipo de oficio al que acceden o a la posición que ocupan en el mercado de trabajo. En los Sistemas Especiales del Régimen General, el Agrario y el de Empleados de Hogar, donde la población extranjera en general está sobrerrepresentada, también lo están las personas extranjeras afiliadas entre 16 y 19 años. En particular las jóvenes extranjeras, que suponen el 60% del total de afiliadas en su intervalo de edad en el Sistema Especial de Empleados de Hogar (SEEH). En el caso de las mujeres afiliadas extranjeras mayores de 65 años, más del 33% se encontraban afiliadas al Sistema Especial de Empleados de Hogar.
Los Sistemas Especiales de la Seguridad Social también tienen relevancia para quienes han accedido a la autorización de residencia a través de alguno de los supuestos de arraigo. Entre las personas jóvenes de 16 y 24 años, el 12,7% de los titulares varones estaban afiliados al Sistema Especial Agrario, y el 6,3% de las mujeres al SEEH. Más evidente es la sobrerrepresentación en el caso de las mujeres de más de 65 años afiliadas y titulares de una autorización por arraigo: el 40% estaban afiliadas al SEEH.
En el caso de los arraigos, hay otra similitud entre las personas jóvenes y quienes tienen más de 65 años. La principal actividad económica en la que se encuadran aquellas personas afiliadas a la Seguridad Social es la de servicios de comidas y bebidas, con la excepción de las mujeres mayores de 65 años, para quienes la actividad económica principal es la de actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico.
El abandono educativo temprano es otra de las vertientes exploradas en el informe. No es posible abordarlo sin tener en cuenta otras variables, como la situación socioeconómica de las familias, la tasa de riesgo de pobreza o el progresivo encarecimiento de servicios educativos, especialmente en determinados lugares. Para la población de nacionalidad española, entre 25 y 29 años, que abandona los estudios, el principal motivo es la falta de adecuación de los estudios a sus expectativas. Pero para la nacionalidad extranjera, los motivos económicos (no poder pagar la matrícula o tener que trabajar) son un importante factor a tener en cuenta.
Lee el informe completo: ‘Población Migrante: Trabajar en los extremos de la edad laboral’