El Informe 2025 alerta del enfoque de contención del nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo y critica la baja tasa de reconocimiento en España
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha publicado su Informe Anual 2025 sobre la situación de las personas refugiadas en España y Europa. El documento, presentado en un contexto internacional marcado por conflictos armados, crisis climáticas y persecuciones, pone el foco en el aumento global del desplazamiento forzado —122,6 millones de personas en 2024— y en la insuficiente respuesta europea ante esta realidad.
CEAR lanza una seria advertencia sobre el nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo, aprobado en mayo de 2024, al que acusa de consolidar un enfoque de contención, control de fronteras exteriores y cooperación con terceros países. La organización denuncia que este pacto prioriza los retornos y la externalización, en detrimento del derecho a solicitar asilo y de las garantías básicas para su tramitación. También se critica la posibilidad de aplicar procedimientos fronterizos acelerados, que pueden derivar en expulsiones sin una evaluación adecuada y atentan contra el principio de no devolución.
En este marco, CEAR reclama que España adopte un enfoque garantista que refuerce el acceso a la protección, evite la detención y asegure una supervisión independiente del respeto de los derechos humanos.
España: muchas solicitudes, poca protección
Durante 2024, España fue el segundo país de la UE en número de solicitudes de asilo, con 167.366 expedientes formalizados, un 2,5 % más que el año anterior. No obstante, la tasa de reconocimiento fue solo del 18,5 %, muy por debajo de la media europea (46,6 %). Las solicitudes siguen enfrentando graves obstáculos, especialmente por las dificultades para conseguir cita y los largos tiempos de espera, que dejan a miles de personas en un limbo jurídico.
Además, el informe alerta sobre la situación de niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, con especial preocupación por la sobrecarga del sistema de acogida en las Islas Canarias. En marzo de 2025 se logró un acuerdo para su reparto solidario entre comunidades autónomas, cuya implementación será clave.
Crisis global, respuesta insuficiente
En el plano internacional, el informe documenta el agravamiento de las crisis en Sudán, Afganistán, Venezuela y Gaza. En este último territorio, CEAR denuncia el genocidio perpetrado por Israel y la inacción de la comunidad internacional, que ha provocado un éxodo masivo y una catástrofe humanitaria sin precedentes.
También se destaca el aumento de las llegadas por mar a Canarias, especialmente desde Mali y Senegal, y la aparición de nuevas rutas migratorias desde Asia a través de Argelia y Baleares. En 2024, murieron o desaparecieron 3419 personas intentando llegar a Europa, 1215 de ellas en la ruta canaria, la cifra más alta registrada.
Invisibles y desprotegidas
El informe dedica un apartado a colectivos especialmente vulnerables que a menudo quedan fuera de las respuestas institucionales: personas solicitantes con trastornos de salud mental, extuteladas, mayores y mujeres refugiadas.
En el caso de las mujeres, CEAR advierte que enfrentan vulnerabilidades específicas como la violencia de género, que no siempre son adecuadamente detectadas ni atendidas en los procedimientos de asilo ni en el sistema de acogida. A esto se suma la falta de recursos especializados y dispositivos adaptados a sus necesidades concretas.
La organización denuncia que el modelo actual no responde de forma efectiva a estos perfiles y reclama reformas que aseguren un acompañamiento adecuado y con enfoque de derechos.
Exigencia de un cambio de rumbo
En sus conclusiones, CEAR reclama vías legales y seguras de acceso a la protección, un sistema de acogida sólido y adaptado a la diversidad de perfiles, y una respuesta europea acorde con los valores fundacionales de la UE. Frente a la política de contención, propone una Europa solidaria que garantice el derecho de asilo como un pilar irrenunciable.