La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha iniciado importantes ajustes estructurales a nivel global debido a una reducción del 30% en la financiación prevista para 2025, una situación que pone en riesgo su capacidad de respuesta humanitaria.
Esta bajada sin precedentes de los fondos —incluida una notable disminución de las contribuciones estadounidenses— coincide con un momento crítico: el mundo atraviesa niveles récord de desplazamientos causados por conflictos, desastres climáticos y crisis económicas.
Reducciones de personal y reestructuración
La agencia migratoria de la ONU ha confirmado la reducción o cierre de proyectos que afectan a más de 6.000 empleados/as, incluyendo una disminución del 20% del personal en su sede de Ginebra. La reorganización incluye el traslado de puestos a regiones con menores costes, así como medidas para mejorar la eficiencia y coordinación con otros actores humanitarios.
Impacto en las comunidades vulnerables
La OIM advierte que este recorte financiero agravará las crisis humanitarias y debilitará los sistemas de apoyo a las personas desplazadas. A pesar de las restricciones, la Organización reitera su compromiso con las poblaciones más vulnerables, priorizando la protección de los servicios esenciales en terreno.
Llamado urgente a la comunidad internacional
“La gobernanza de la migración no puede quedar al margen”, señaló la OIM, instando a los donantes a no dar la espalda a esta realidad. Para la agencia, abordar las causas profundas del desplazamiento es una necesidad urgente y un deber humanitario.