La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha confirmado que 2024 fue el año con más muertes de migrantes jamás registrado: al menos 8.938 personas fallecieron en rutas migratorias a nivel mundial.
La cifra supera el récord previo de 2023 y refleja una tendencia de aumento continuo durante los últimos cinco años. Asia, África y el Mediterráneo se cuentan entre las regiones más mortíferas, con miles de vidas perdidas. En el Mediterráneo central, más de 2400 personas murieron, mientras que solo en Asia se documentaron casi 2800 fallecimientos.
Preocupa el incremento de muertes en las Américas
En América, al menos 1233 personas murieron en 2024, incluyendo 341 en el Caribe y 174 al cruzar el Darién, ambas cifras sin precedentes. La OIM advierte que muchas muertes quedan sin documentar y que la mayoría de las víctimas no son identificadas, lo que prolonga la incertidumbre de miles de familias.
Llamado a una respuesta internacional urgente
“La tragedia es inaceptable y prevenible”, afirmó Ugochi Daniels, directora general adjunta de la OIM, quien insistió en la necesidad de una respuesta global y coordinada.
La agencia subraya que la única vía sostenible para evitar más muertes es garantizar rutas migratorias seguras, legales y humanas. El próximo informe del Proyecto Migrantes Desaparecidos profundizará en estos datos y ofrecerá recomendaciones para proteger la vida de las personas en movimiento.