Organismos internacionales y nacionales piden reforzar la lucha y la protección a las víctimas
Cada 30 de julio, el mundo recuerda la urgencia de erradicar la trata de seres humanos, una de las violaciones de derechos humanos más graves y persistentes. En esta ocasión, distintos organismos internacionales y nacionales han emitido mensajes y llamados a la acción para visibilizar la magnitud del problema y exigir una respuesta coordinada.
Incremento de víctimas y nuevas formas de explotación
Según el último Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2024 de la UNODC, tras la caída en la detección de víctimas durante la pandemia, 2022 y 2023 registraron un repunte. Entre 2020 y 2023 se identificaron 202.478 víctimas en todo el mundo, de las cuales el 38 % eran menores de edad, un porcentaje superior al de 2019 (34 %). En Europa y Norteamérica, aumentaron los niños varones víctimas de trata, un fenómeno relacionado con el incremento de menores no acompañados en las fronteras.
En el ámbito de la UE, datos de Eurostat reflejan que en 2023 fueron detectadas 10.793 víctimas, el 63 % mujeres y niñas. Aunque la explotación sexual sigue siendo el principal fin, desde 2008 ha disminuido, mientras que la trata con fines de trabajo o servicios forzados crece. En España, el Ministerio del Interior registró 502 víctimas en 2023 y 513 en 2024, con un descenso de la explotación sexual y un aumento de la explotación laboral. También se multiplicaron los casos de trata con fines de matrimonio forzado, que pasaron de dos niñas en 2023 a seis en 2024.
Llamados urgentes desde el Consejo de Europa y la OIM
El Consejo de Europa, a través del Grupo de Expertos GRETA, subraya que la trata es uno de los negocios más lucrativos para el crimen organizado y pide integrar la lucha contra este delito en estrategias más amplias contra la delincuencia. GRETA destaca además el creciente papel de la tecnología y la inteligencia artificial en la captación de víctimas, especialmente niños y niñas, e insta a los Estados a reforzar las investigaciones financieras, confiscar activos de los tratantes y garantizar que esos recursos apoyen a las víctimas.
Por su parte, la OIM pone el foco en una de las formas más ignoradas de la trata: la delincuencia forzada, que consiste en coaccionar a personas vulnerables —migrantes, jóvenes y niños— a cometer delitos bajo amenazas y violencia. La organización recuerda que esta modalidad genera unos 40.000 millones de dólares anuales para los tratantes y denuncia que las víctimas, en muchos casos, son criminalizadas en lugar de recibir apoyo. La OIM reclama a los gobiernos que respeten el principio de no sancióna las víctimas y transformen los mecanismos de derivación en sistemas eficaces de protección, asistencia legal y reintegración.
Historias de supervivencia y compromiso con las víctimas
La ONU pone rostro al problema a través de historias como la de María, una joven venezolana que, engañada por una oferta de trabajo, cayó en una red de explotación en Trinidad y Tobago. Tras meses de abuso, logró escapar y, con apoyo de la OIM, reconstruye su vida, aunque las secuelas emocionales persisten. Testimonios como el suyo recuerdan que la recuperación implica no solo seguridad física, sino también sanación y apoyo psicosocial.
España y Europa: legislación pendiente y nuevos compromisos
En España, el Foro para la Integración Social de los Inmigrantes (FISI) destaca que sigue pendiente la tramitación del Anteproyecto de Ley Orgánica Integral contra la Trata y la Explotación de Seres Humanos, aprobado en Consejo de Ministros, pero sin iniciar aún su fase parlamentaria. Además, urge la trasposición de la Directiva (UE) 2024/1712, que introduce nuevas finalidades de trata, como la adopción ilegal o la maternidad subrogada, y que debe incorporarse al ordenamiento antes de julio de 2026.
Un mensaje común: prevención, protección y justicia
Desde Naciones Unidas, el Consejo de Europa, la OIM y el FISI coinciden en la necesidad de respuestas integrales que combinen prevención, protección de las víctimas y persecución a los tratantes. Reiteran que la trata es un crimen global que se alimenta de crisis, desigualdades y vulnerabilidades, y que solo una acción coordinada y basada en derechos humanos podrá ofrecer justicia y un futuro a quienes han sobrevivido a esta forma extrema de explotación.